lunes, 7 de marzo de 2011

Poesia de Miguel Angel Rincon.

Las Piedras de Ica.


Donde se confunde lo antiguo y lo moderno

lo astral y lo terrenal, la verdad y lo incierto.

Donde el pasado se encuentra con el presente

y el hombre de hoy con el hombre de antaño.

Donde las piedras parecen contarnos al oído

nuestra propia historia o nuestro propio engaño.

Donde Ica se hace abismo y muestra al Mundo

los apócrifos secretos de ésta humanidad…


2008. Miguel A. Rincón Peña.

Poema escrito para el programa radiofónico dirigido por Daniel Valverde "El Sótano Sellado".




El equipaje.


Siempre pensé

que nunca tendría equipaje,

que sería libre como el viento,

y ya me veis,

cargado con esta maleta

raída por el tiempo.


Será que lo que uno

sueña en la niñez

es sólo fantasía,

ensoñaciones tejidas

con la inocencia

que nos da la infancia.


Hay quién soñó

con ser futbolista algún día,

yo soñé con alcanzar la Luna,

y ya me veis,

juntando letras

en lugares mal iluminados.


Y ahora, a mitad de camino

abro esta maleta

y me rencuentro

con libros viejos de poesía,

con algún disco de Rock & Roll

y con tus besos…


Miguel Ángel Rincón Peña

Del libro "Poemas en el equipaje" (Castellarte, 2009).




Buzón de voz.


No sé ni a qué hora

me fui a la cama anoche,

sólo recuerdo que me dejé caer

lentamente sobre ella.


Tampoco sé cómo desperté

derribado en el suelo,

sobre la alfombra roja

de mi desesperación.


Pobre cabeza la mía

que da mil vueltas sobre sí misma

aumentando, más si cabe,

la fatiga de mi corazón.


Llevo ya dos horas llamándote

al móvil, bebiendo cerveza

y pensando qué le voy a decir

a tu buzón de voz para impresionarte.


Miguel Ángel Rincón Peña

Del libro "Poemas en el equipaje" (Castellarte, 2009).




Mientras tú duermes.


Mirándote despacio,

con esta media luz,

tu cuerpo es un barco anclado

en los muelles de la noche.

Nada hay más bello

en este preciso instante

que tu cuerpo desnudo

tendido sobre las sábanas.


La luz de la Luna llena

entra en la habitación

iluminando tus pechos

callados, serenos, suaves.


Mis ojos son manos

que te recorren en silencio

y acaricio lentamente tu piel

mientras tú duermes.


Miguel Ángel Rincón Peña

Del libro "Poemas en el equipaje" (Castellarte, 2009).




Vida.


A veces, hay días que no quiero levantarme

porque sé lo que me espera, porque sé como está el mundo.

Hay mañanas que me quedaría todo el día en la cama,

en silencio y en la más absoluta oscuridad.


Es la mejor manera de protegerme de la rutina

de hacer oídos sordos a aquellos que sólo gritan,

es la mejor excusa para pensar tranquilamente

sobre en qué se ha ido convirtiendo la vida.


Vida que me nubla la vista con sus destellos

vida que me recuerda que sigo existiendo

vida que nos quita más de lo que nos da

vida que más que vida ésta es un tormento.

Vida con código de barras y fecha de caducidad

vida aliada de la soledad y del desconsuelo

vida minada por la contaminación de las horas,

de los días y de los irrepetibles años que han de llegar.


Miguel Ángel Rincón Peña

Del libro "Espacios compartidos" (Tiempo de cerezas, 2008).




Elucubraciones de un superviviente.


El paso del tiempo hace mover nuestro mundo,

hace que lo que ayer era semilla, sea hoy flor

que lo que ayer era una idea, hoy sea canción.


El transcurrir de la vida hace que todo evolucione,

que lo que hoy es sueño, sea mañana realidad,

hace que lo que hoy es un río, mañana sea un mar.


El maratón de la existencia inventa futuros improbables.

Quién sabe dónde terminarán mis huesos al amanecer,

quién sabe en qué lugares esperaré al anochecer…


La vereda de nuestra vida se va estrechando lentamente

casi sin darnos cuenta nacemos, crecemos, sin saber

que la añorada inmortalidad era cosa de la niñez.


Y aún hay gente que lucha a diario para existir,

portando banderas que el tiempo ha de barrer,

guiando sus vidas por la maraña del tropel.


Existe gente capaz de aguantar el chaparrón diario

que exige la subsistencia cuando no hay nada más,

cuando el amor es un desamor prolongado al más allá.


El rechinar de nuestros huesos nos hace pararnos y pensar

en cuestiones que hasta ahora nunca se nos habían ocurrido,

cosas que antes, nuestra incipiente juventud relegó al olvido.

Ya va siendo hora de aparcar la vida por un momento

y descender del tren a mirar la vía, a observar el fin.

Porque la vida, es agonizar y aprender lentamente a morir.


Miguel Ángel Rincón Peña

Del libro "Elucubraciones de un superviviente" (Castellarte, 2006)

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